viernes, 17 de abril de 2009

La Papa en el Mundo


HISTORIA

Todos los historiadores que se dedican al estudio de la papa, están de acuerdo en que esta planta es originaria de América.En lo que existe polémica, que posiblemente nunca se va a dilucidar, es en determinar que parte de este gran continente es su centro de origen. Otro motivo de discusión histórica–científica dice relación con la introducción de la papa a Europa.A la llegada de los españoles, la papa existía como un cultivo desarrollado por los pueblos indígenas que habitaban Chiloé, al decir de los primeros cronistas con todas las apariencias de ser muy antiguo. En la memoria del pueblo chilote aun existe el recuerdo de papas silvestres que crecían a orillas de playas y de bosques.

MITOLOGÍA Y CREENCIA POPULAR

Teniendo la papa tanta importancia para el mantenimiento de la vida en estas alejadas islas del sur de Chile, no es de extrañar que en torno a su cultivo y gran variedad de usos se desarrollarán ancestrales prácticas sociales, creencias y mitología, muchas de las cuales en el amanecer del tercer milenio mantienen su vigencia.
A través del mito y la creencia popular podemos introducirnos a la intimidad más profunda del alma campesina, heredera de nuestro ancestro mapuche-veliche.
En nuestro actual cosmos mítico aún se habla de un gusanillo de color plomizo que vive en los caulles (tallos) de las papas y que recibe el nombre de Coñipoñi. Su nombre encierra la idea de parto y parido(coñi) y papa (poñi).
Se le considera como una niñera ideal, las madres que están criando se alegran mucho cuando tienen la suerte de encontrar una Coñipoñi. La colocan bajo la almohada y su presencia provoca la quietud de los lactantes. Junto a ella no hay guaguas lloronas ni molestosas.
Para alimentarla sólo necesitan que le den unas cuantas gotas de leche de sacada de los pechos de la madre de la guagua.
Otro personaje mítico es el Lluhay, reptil de plata y de extraordinaria belleza. Se caracteriza por tener dos colmillos y alimentarse de las flores de los papales. Su vida es eterna.
Este reptil de más o menos un metro de longitud es heredado de generación en generación y envidiado en el mundo campesino. Su posesión permite a los dueños aumentar ostensiblemente su fortuna.
Durante el día duerme, en la noche sale a recorrer las siembras de papas de los campesinos vecinos cortando los caulles (tallos), disminuyendo la producción de los papales. De esta manera mientras los papales de los vecinos producen poco, los del amo rinden en gran cantidad.
Hasta hace unas décadas se utilizaban dos piedras llamadas piedras cupucas o capucas para la fertilización de las semillas de papa. Una de las piedras era de formas alargada la macho- y redonda la otra la hembra.
Estas piedras cupucas se frotaban sobre la semilla de papas para que tuvieran mayor fertilidad. Después del frotamiento se las guardaba con mucho respeto y cuidado, para sacarlas otra vez cuando el papal comienza a fructificar, entonces se les ofrecían flores de papa en holocausto, que se quemaban antes de la salida del sol.
En torno a las labores necesarias para el cultivo, tales como siembra, aporca, cosecha, etc. existe una gran riqueza de creencias populares todavía vigentes.

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